La cuenca del río Santa Cruz tiene una gran importancia para el concimiento del patrimonio natural y cultural. La región fue escenario de varias glaciaciones, habitad de abundante fauna y escenario de los primeros asentamientos del país. A su vez, en la zona de Jorge Cepernic tuvieron lugar hechos históricos de relevancia.

En el marco del Programa de Gestión Ambiental se ejecutan programas que tienen como objetivos evitar la afectación del patrimonio en el entorno del proyecto, incluyendo protocolos de acción ante casos de hallazgos fortuitos. Se realizan relevamientos y rescates del material paleontológico, geológico y arqueológico, trabajando en este último caso en conjunto con las autoridades provinciales y las comunidades originarias en el tratamiento del material.


ÁREAS DE IMPORTANCIA CIENTÍFICA Y REGISTROS VISUALES

ARQUEOLOGÍA

Las formas de vida de los asentamientos humanos estuvieron relacionadas con los episodios de humedad y aridez que afectaron a la región. El poblamiento inicial se ha registrado al sur de lago Roca, en la zona de Chorrillo Malo 2, remontándose unos 11 mil años. La gente que ocupó el lugar venía desde el norte, ya que traía consigo un material volcánico llamado oxidiana, que se encuentra unos 250 km al norte. Se supone que aquellos primeros pobladores de la cuenca cruzaron el río, que en ese momento tenía escaso caudal.

Las ocupaciones humanas al sur de la cuenca superior del Santa Cruz son discontinuas. Recién hace unos 4000 se encuentran indicios de ocupaciones permanentes. Para esa época utilizan la tecnología Levallois. Este tipo de tecnología no se encuentra en el norte del río, pero sí en otras regiones del sur, por lo que se supone que estos grupos se movían hacia el sur. Este movimiento también se verifica en la diferencia entre los entierros, ya que los de la zona sur del río se asemejan a los hallados en el estrecho de Magallanes o en la zona sur de Chile.

La cuenca se abandona hace unos mil años en relación con un periodo de aridez. Después de ese momento se observa la entrada de nuevos grupos hace unos 500 años, que ya no tienen la tecnología Levallois y entierran de otra forma a sus muertos. Estudios genéticos han demostrado que se trata de grupos diferentes a los primeros ocupantes de la región, y son los antecesores de los aonikenk (tehuehes meridionales) que encuentran los europeos a su llegada a esta parte de América.

Al norte del río santa cruz, las primeras ocupaciones están datadas unos 8000 años atrás, pero no hay registro de que hayan permanecido en la zona. La mayor parte de las evidencias tienen unos 2000 años de antigüedad. Se trata de grabados que no han sido hallados al sur del río.



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PALEONTOLOGÍA

La mayor superficie de lo que serán los futuros embalses se encuentra cubierta por sedimentos de escaso contenido fosilífero. Los sedimentos glacilacustres de la zona potencialmente pueden contener polen fósil, lo cual es una importante herramienta para realizar reconstrucciones paleoambientales, como así también los “rodados patagónicos”, pero dichos hallazgos son sumamente aislados, y provienen de especímenes retransportados de los niveles fosilíferos originales, por lo tanto carecen de valor científico.

En algunos sectores puntuales en el área de los futuros embalses se observaron afloramientos de especial interés, con sedimentos de origen marino portadores de invertebrados fósiles (Formación Estancia 25 de Mayo) y sedimentos continentales suprayacentes a los anteriores con restos de vertebrados fósiles (Formación Santa Cruz). Los sedimentos marinos están ampliamente representados en la provincia de Santa Cruz

Los sedimentos de mayor importancia paleontológica son los continentales de la Formación Santa Cruz, que se distribuyen prácticamente a lo largo de toda la provincia, especialmente en la costa atlántica, la cordillera y sobre las barrancas de los principales ríos. Esta formación se encuentra entre las más fosilíferas de Argentina y su fauna ha sido ampliamente estudiada, sobre todo en localidades de la costa atlántica. Los afloramientos sobre las barrancas del río Santa Cruz han sido explorados desde fines del siglo XIX por diversos naturalistas, geólogos y paleontólogos.


Las dos zonas de mayor sensibilidad afectadas por las obras (que quedarán bajo la cota de inundación) están situadas en la margen sur del río: Yaten Huageno (embalse Néstor Kirchner) y Segundas Barrancas Blancas (embalse Jorge Cepernic).



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GEOLOGÍA

A partir de los estudios geológicos podemos conocer la historia de la conformación del paisaje actual de una región, pero también los cambios en el clima que tuvieron lugar en el pasado que nos permitirán comprender las tendencias climáticas futuras.
Los procesos de glaciación han dejado huellas evidentes en la región, que no sólo alberga aún hoy un extenso campo de hielo, sino que nos permite definir cómo fue la dinámica de avances y retrocesos glaciarios que generaron estos depósitos y cómo se desarrollaron los diversos ambientes de sedimentación que componen actualmente sus cuerpos.

Las formaciones denominadas Arroyo verde y El Tranquilo son las más recientes (periodo Pleistoceno del Cuaternario) y constituyen el foco de las actividades de rescate geológico del PGA, dado que se encuentran expuestas en zonas que serán ocupadas por el embalse Néstor Kirchner. Los programas relevan con detalle los perfiles del área, extrayendo muestras sedimentológicas y paleoambientales en la porción superior del río Santa Cruz.
Si bien el área de interés geológico es amplia y se extiende más allá del futuro embalse, la zona aledaña al río reviste un valor particular debido a que el río ha excavado y dejado expuestos los mejores afloramientos que se conocen de estas unidades geológicas, en particular en la zona de los laberintos del Santa Cruz.

Las formaciones más antiguas (Santa Cruz, Estancia 25 de mayo, etc.) tienen afloramientos importantes en otras regiones no afectadas por el proyecto, además de estar más extensamente estudiadas.



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